Dicen que el primer divorcio en España fue hace 40 años… ¿lo fue?
Durante este mes de septiembre, muchos medios hacían eco del 40 aniversario del primer divorcio en España. En concreto, el 7 de septiembre, con Julia Ibars y Vidal Gutiérrez como protagonistas. Sin embargo, la historia del divorcio en España no arranca en 1981…
Un poco de historia
No es que queramos desmentir los titulares, no. Pero, para ser exactos, éste no se puede considerar ‘el primer divorcio en España’ cuando la Constitución Republicana de 1931 ya regulaba las condiciones en las que podía disolverse el matrimonio.
Y tampoco vamos a entrar en detalles de lo que sucedió después… En 1939 se anuló la ley de divorcios y todos los divorcios efectuados durante la Republica. En 1945, ‘El Fuero de los Españoles’ lo dejaba bien claro: “el matrimonio será uno e indisoluble”. En los años 60, a pesar de la relativa ‘apertura’ motivada, esencialmente, por la mayor incorporación de la mujer al mercado laboral, se mantenía la sumisión legal de las mujeres a su marido (o, en su defecto, a su padre).
La Ley del Divorcio de 1981
El 22 de junio de 1981, en el pleno del Congreso de los Diputados, se aprueba la ley del divorcio en España con 162 votos a favor, 128 en contra y 7 en blanco. Pero no fue un camino fácil de recorrer.
El ‘padre del proyecto’ fue Francisco Fernández Ordóñez, ministro de Justicia de UCD, aunque en la ley colaboraron otras muchas manos, entre ellas, las de Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas.
El ministro tuvo que resistir a la presión de la iglesia católica y del sector demócrata-cristiano de su partido para que la ley saliera adelante. Su defensa en el Congreso con la frase “No podemos impedir que los matrimonios se rompan, pero sí podemos disminuir el sufrimiento de los matrimonios rotos" forma parte de la historia de nuestro país.
Y ahí no acabó todo. Las editoriales de los periódicos y los círculos de poder más conservadores auguraban “graves e irreparables consecuencias en las estabilidad de la familia, la educación de los hijos y la salud moral de la sociedad”. Por su parte, La Conferencia Episcopal, afirmaba que la ley “socavaba las bases más firmes de la sociedad y de la familia” y era "una puerta abierta a la generación del mal”.
Los ‘expertos’ predecían una avalancha de divorcios, más de 500.000 en el primer año tras la aprobación de la ley. Sin embargo, hubo que esperar hasta el año 2000 para alcanzar esa cifra.
A día de hoy, la Iglesia sigue firme en su postura y sigue vedando los sacramentos de la comunión y la eucaristía a las personas divorciadas que no hayan obtenido la nulidad matrimonial ante los tribunales eclesiásticos.
El divorcio de Julia y Vidal
Julia y Vidal llevaban ya tiempo haciendo vida por separado. Querían rehacer sus vidas, disolver el régimen de gananciales… en definitiva, recuperar su libertad jurídica. Pero no sabían cómo hacerlo.
Recurrieron a un abogado -Antonio Sarabia- porque era un conocido de su época de estudiantes:
"Hubo que ir con cierta cautela porque aquello era algo nuevo, no había ningún precedente, no había jurisprudencia, no había nada. Y había que interpretar la ley lo más ajustadamente posible. Tuve la suerte de que el día 1 de septiembre presenté la demanda, porque en agosto era mes inhábil judicialmente, y el día 7 se dictó la sentencia".
Han pasado 40 años desde el primer divorcio en España
Hoy, la sociedad ha interiorizado el divorcio como una conquista irrenunciable.
Julia, como mujer, sufrió el estigma social y no concedió entrevistas durante todo ese tiempo. Pero ahora es consciente de la importancia del paso que dio y quiere “aportar una esperanza a gente que atraviesa situaciones complicadas, para que sepan que se puede salir de un matrimonio no deseado”.
Gracias a estas mujeres pioneras, que antepusieron su libertad a las críticas y desprecios, hoy, 40 años después, 400.000 parejas al año separan legalmente sus caminos.
Afortunadamente, en la actualidad, hay abogados especializados en derecho de familia. Y, como recomendamos siempre a través de este medio, es aconsejable que consulte con un abogado matrimonialista a fin de que le asesore antes de iniciar cualquier trámite en esta materia o el inicio de cualquier acción legal. Si lo desea, contacte con RH Abogados».